viernes, 10 de junio de 2011

ALCOHOLISMO

El alcoholismo es una enfermedad crónica y progresiva que deriva de la ingestión excesiva y no controlada de alcohol, el cual se encuentra en todas las bebidas alcohólicas en mayor o menor grado. Esta enfermedad se caracteriza por una dependencia hacia el alcohol, que se ve en dos síntomas:
 La incapacidad de detenerse en la ingestión de alcohol.
 La imposibilidad de abstenerse del alcohol
Tiene muchos efectos físicos y psicológicos que hacen que la persona cambie su comportamiento, lo cual veremos en otros puntos, y esto tiene que ver con factores personales y hereditarios.
El alcoholismo es complejo y se desarrolla con el tiempo. Para ello tiene que ver la disponibilidad de la bebida en las actividades que se realizan.
Poco a poco, el alcohol se convierte en una droga para la persona que bebe, que sirve para cambiar el estado de ánimo, más que una bebida que se toma como parte de una costumbre social, ya que se suele empezar a consumir con otras personas.
En un principio, la persona muestra mucha tolerancia al alcohol, en algunas ocasiones parece que no le afectara. Pero luego el bebedor empieza a tomar a pesar de sí mismo, y el embriagarse se vuelve lo más importante, hasta que la persona pierde el control sobre la bebida y no sabe cuánto va a tomar. Es aquí donde el alcohol es ya una adicción y la persona siente que no puede dejar de beber, esta adicción es el alcoholismo.
• Efectos del alcohol
El bebedor, siempre que llegue a una embriaguez moderada, y no a un estado de peor estado, como el coma etílico; pasa por tres fases:
• Una primera caracterizada por el levantamiento o aflojamiento de represiones, lo cual provoca una sensación de euforia o alegría, locuacidad y desparpajo.
• luego, un estado depresivo o de tristeza.
• y, finalmente, tras la borrachera, la "resaca", un malestar generalizado, en lo físico y en lo anímico, del cual los bebedores suelen salir recurriendo nuevamente al alcohol.
El alcoholismo en sus características generales es semejante a otras adicciones a drogas, por lo tanto, hay muchos autores que dicen que el alcohol se puede incluir entre las drogas; unos entre las blandas, tabaco, marihuana... y otros entre las llamadas drogas duras: heroína, cocaína...
El intento de beber se puede orientar a llenar un vacío, en un movimiento impulsivo que urge la incorporación del líquido en grandes cantidades.
El dolor psíquico, intolerable, exigiría en estos sujetos el intento de su cancelación. En muchos casos el alcohólico almacena botellas, en previsión de la irrupción del estado depresivo o de profunda tristeza que no puede procesar por sus propios medios. Esta es otra de las razones por las que se dice que el alcohol es como una droga
En cuanto a los efectos estimulantes o excitantes de las bebidas alcohólicas, si bien se encuentran incluidas entre las drogas depresoras, se debe a que por su influencia sobre el sistema nervioso se produce la depresión de los centros nerviosos superiores y, consecuentemente, la liberación de los centros inferiores gobernados por los superiores.

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